¿Quién es el Israel de Dios? Un Analisis Crítico al Dispensacionalismo (T. P. Teología)

¿Quién es el Israel de Dios? - Un análisis crítico al Dispensacionalismo
(Parte 1)


I.-Introducción

Una de las cosas más complicadas en el área de la enseñanza, y en este punto en especial, de la enseñanza bíblica teológica, es la de reflexionar críticamente aquello que con tanto esmero hemos oído y adquirido de quienes han sido nuestros primeros maestros.
Esto en parte debido al poco ejercicio reflexivo de la teología enseñada en nuestro contexto, que tiende a la imposición y a la memorización de un sistema doctrinal específico, más que a la reflexión crítica y a las consecuencias prácticas de las teologías propuestas.
Esta forma de hacer teología, lleva a un fundamentalismo cerrado, donde el estudiante tiende a rechazar y a anatemizar todo aquello que no encuadre a la interpretación teológica recibida.
Sin embargo, ocurre también algo particular cuando nuestros ojos se maravillan ante otras propuestas teológicas que parecen ser más consistentes que aquellas que teníamos en primera instancia. En tales casos, a veces la inmadurez nos lleva a sacar la artillería pesada y comenzar a atacar con intenciones egoístas y desprovistas de amor a aquellos que se han mantenido en aquellas posturas que otrora tiempo solíamos sostener y defender a capa y espada.
Así nos damos cuenta cuán necesitados estamos de la Gracia de Dios revelada en Jesús, para poder con la guía de su Espíritu ir madurando mediante una nueva praxis y una sana reflexión desde el Evangelio.

Ahora bien, siendo más directo, en el presente escrito pretendo ser lo más breve posible para realizar un análisis crítico de una de las bases teológicas de las Asambleas de Dios (AD) -denominación a la cual pertenezco- ésta tiene su trasfondo en una propuesta llamada Dispensacionalismo, una teología relativamente moderna, pues sus orígenes se remontan al siglo XIX (Grau, 1977, p. 107). Es decir, por miles de años en la historia de la Iglesia jamás se tuvo tal visión acerca de las posturas que promueve este corpus teológico. Y si bien es cierto que una doctrina no debe ser juzgada meramente por su antigüedad o modernidad, sino por la Palabra de Dios (Jesús), sin embargo, la historia de quienes nos han precedido en la fe histórica tiene mucho que decir al respecto, y es una fuente de la cual no podemos prescindir.

II.- ¿Y qué es el Dispensacionalismo? 
Bien, si usted ha escuchado enseñanzas y frases como: “Israel es el reloj profético de Dios”, “La iglesia e Israel son dos pueblos distintos”, “la iglesia no pasará por la gran tribulación”, “la iglesia será raptada secretamente al cielo”…etc. Entonces puede estar seguro que quien emite estas declaraciones enraíza su doctrina bajo ese sistema.
El Dispensacionalismo es un sistema teológico que pretende leer e interpretar la Biblia y en especial sus puntos referentes a la escatología ("estudio del final de los tiempos") en base a ciertos puntos característicos, los cuales son los siguientes:

  1. ·    -La historia Bíblica se divide en diferentes “Dispensaciones”, entendido este término como "Un período de tiempo durante el cual el hombre es probado con respecto a alguna revelación específica de la voluntad de Dios" (Scofield). 
  2. ·     -La Iglesia e Israel son dos pueblos distintos entre sí, con propósitos y destinos diferentes: La Iglesia es un pueblo espiritual con un fin espiritual, e Israel un pueblo terrenal con un fin terrenal (Ryrie, 1965, p. 79).
  3. ·      - La segunda venida de Jesús se llevará a cabo en dos etapas: La primera será una venida secreta para llevar a su iglesia al cielo antes del comienzo de la Gran Tribulación. Y la Otra será vista a nivel mundial cuando se manifieste para salvar a la nación de Israel y establecer un reino desde Jerusalén por mil años (Ryrie, 1965, p. 92).

Los puntos teológicos del Dispensacionalismo son mucho más extensos, pero en esta ocasión y para ser breve solo me remitiré a estos tres mencionados, pues son quizá los más característicos de este sistema.
Desde ya mi objetivo no es imponer mi postura ni cambiar los artículos de fe Asambleístas, sino más bien, evitar tendencias idolátricas hacia el Estado de Israel dentro de las iglesias, manifestadas en ciertas enseñanzas y prácticas. Y por sobre todo, rechazar que se use la propuesta dispensacionalista como instrumento legitimador del abuso y opresión del Estado sionista sobre el pueblo palestino, pues la teología que justifica la violencia opresora no es Buena Nueva

III.- ¿Cómo nos acercamos al texto bíblico?
Antes de analizar los puntos característicos de tal sistema teológico, es necesario comprender, que la manera de acercarnos al texto bíblico condiciona la forma en que interpretemos la Biblia. Es decir, las presuposiciones que llevemos a cuestas influirán definitivamente en nuestra comprensión del texto sagrado. Por eso, en realidad nadie lee la Biblia despojado de presuposiciones — hacerlo sería una utopía pues de alguna u otra manera cada quien lee la Biblia según los “lentes” que quiera usar para su lectura.
Por ejemplo, aquel que tenga una teología donde la prosperidad económica sea la confirmación del favor de Dios sobre su vida (como lo hace la teología de la prosperidad o el calvinismo del siglo xvii), leerá los textos bíblicos a la luz de esa presuposición, y por lo tanto, interpretará forzadamente aquellos pasajes que no son acordes a su posición.

Por lo tanto, es necesario acercarnos al texto bíblico de manera piadosa, en dependencia del Espíritu Santo, y provistos con los lentes que la Escritura misma nos da. Es aquí donde creo es uno de los mayores errores del sistema dispensacionalista, pues da a Israel (La nación étnica) un lugar que no le corresponde, pues prácticamente le coloca en el centro y clímax de la revelación bíblica, y no como el medio por el cual vendría el Redentor: Jesucristo.
Es por ello que propongo que la manera de acercarnos al texto bíblico sea mediante la clave hermenéutica [1] que el mismo Jesús nos da, cuando una vez resucitado se presenta a los caminantes de Emaús. El texto evangélico nos relata: “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de Él decían [2]”  “…Era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos [3]”.
Cristo mismo se presenta como la “llave hermenéutica”, el principio clave para entender todo lo anunciado en las Escrituras Hebreas (La ley, los profetas y los salmos) y por medio de quien nuestro entendimiento es abierto para que las comprendamos e interpretemos correctamente en comunidad [4].
Es desde Jesús y el Evangelio que debemos leer las Escrituras, pues si quitamos a Cristo como el clímax de la revelación divina y el lente por el cual debemos leer toda la Biblia, erraremos también en la comprensión sana de ellas. Pues, si por ejemplo, leemos los pasajes Veterotestamentarios en donde nos hablan de las prescripciones referentes a los sacrificios de animales y no leemos que nos dice el Nuevo Testamento referente a ello, seguiríamos realizando las prácticas cultuales [5] de los antiguos israelitas, desconociendo intencionalmente de su abolición y cese [6]. Y lo mismo acontecería en lo tocante a; prácticas culturales, la circuncisión, las leyes alimenticias o el día de reposo, entre otras temáticas.
Por lo tanto, si tomamos la categoría "Israel" y los pasajes y profecías referentes a éste, ignorando o pasando por alto lo que nos dice Jesús, los textos Neotestamentarios y el contexto exegético [7], caeremos en errores interpretativos que nos llevarán a prácticas insanas dentro de la Iglesia y a justificaciones de la opresión.



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Referencias
Grau, J. (1977). Escatología: Final de los tiempos.
Scofield, C.I. (ed. 1981). Biblia anotada de Scofield, Edición Española, nota a Génesis.1:27, 4. 
Ryrie, Charles C. (1965). Dispensacionalismo, Hoy. 79-82. 
Ibíd. 92.

Notas
[1] Hermenéutica: Del arte interpretativo
[2] Cf. Lucas 24.27
[3] Cf. Lucas 24.44
[4] Cf. Lucas 24.45
[5] Cultuales: Referentes al culto religioso
[6] Cf. Ep. a los Hebreos
[7] Exégesis: Arte de extraer un texto para su correcta interpretación


[Las citas bíblicas son tomadas de la "Biblia Reina Valera edición 1960"]



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